Las modas van y vienen y en éste caso lo último son las paredes empapeladas. El papel en las paredes es una forma sencilla de cambiar el look de tu casa tan solo empapelando la pared principal del salón (por ejemplo) puedes dar un toque diferente o incluso cambiar por completo el estilo de toda la habitación.
Para realizar el empapelado de una pared necesitamos un poco de destreza, pero no te frustres, – ¡si nos sale mal pues tan solo tenemos que volver a empezar! – ¿Hay mayor placer que ver cómo ha quedado algo que tu mismo has hecho? -
Vamos a poner manos a la obra.
En primer lugar y una vez elegida la pared a empapelar debemos medir las dimensiones del espacio. Hay que medir la altura y anchura de cada sección de pared. Cuando vayas a adquirir el papel seguro que la persona especialista que te atineda te podrá ayudar si tienes alguna duda en las medidas. No obstante en internet tienes cientos de manuales al respecto. Ten en cuenta y no descuentes los huecos de puertas y ventanas ya que esos trozos de papel te servirán para arreglar posibles fallos o imperfecciones.
Una vez comprado el papel y comprobado que todos los rollos son del mismo lote (no vayamos a comprar partidas diferentes y varíe un poco el estampado), debemos despejar la estancia, retirar el sofá, cuadros, mesas, estanterias y también retirar los clavos, interructores, y rejillas de aire de la pared. La pared debe quedar lisa sin adorno alguno, si tiene algun tipo de lámpara también deberemos retirarla teniendo en cuenta de precintar los cables que cuelguen para no tener accidentes. Taparemos los huecos de los clavos que hayamos quitado dejar secar y limpiar la pared de polvo pasando un paño humedo.
Si la pared está empapelada y lo que quieres es cambiar el papel deberemos retirar todo el papel viejo para que el nuevo diseño quede intacto mucho más tiempo. (Este proceso es un poco engorroso, dependiendo del tipo de papel nos costará más o menos quitarlo).
Vamos a ello:
En primer lugar mediremos los trozos de papel. Tendremos en cuenta que la altura de la primer trozo será un poco más corto que la pared, ya que en la pared tenemos zócalo y el papel deberá ir por detrás de éste o a ras. (Deberemos comprobar las medidas varias veces para no equivocarnos y no cortar menos de lo que necesitamos).
Debemos desenrollar el papel sobre una mesa o sobre el suelo, con la cara estampada mirando hacia arriba para que se desvicie. (Ten cuidado, que el suelo o zona donde coloques el papel debe estar limpia).
Para comenzar a pegar el papel deberemos tener un punto de referencia. Si comenzamos nuestro trabajo desde una esquina menos visible de la estancia (ejemplo: detrás de la puerta), no tendremos mucho problema, pero si no, debemos establecer una línea desde la parte más alta de la pared hasta el suelo de forma vertical. Hay que tener en cuenta el patron de pegado del segundo papel para que el dibujo sea contínuo y no tenga cortes.
Comenzamos con el pegado. Utilizando un rodillo de pintar, aplica adhesivo sobre la parte trasera del papel, pero tan solo en la mitad superior de la pieza el resto de momento lo dejaremos sin pegamento. No deberemos empapar el papel de pegamento tan solo aplicar una fina capa.
Deberemos tener cuidado de no arrugar el papel al plegarlo ya que las marcas no desaparecerán. Presionaremos con suavidad los bordes contra la pared. Alisaremos suavemente el papel.
Alinea la primera tira. Antes de fijar esta pieza de papel con el cepillo de alisar, comprobaremos si podemos moverla o deslizarla sobre la pared ligeramente. Si el papel se desliza sin problema indicará que la cantidad de pegamento aplicada sobre la parte de atrás es la adecuada, si no se desliza deberemos aplicar un poco más de pegamento.
Agarra el cepillo y pásalo suavemente para fijar el empapelado, de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba.
Una vez pegado cortaremos el exceso de papel del borde superior. Quitaremos el papel sobrante marcando primero con la espátula la línea que limita con el techo y utilizando el cúter bien afilado. Realizaremos el mísmo proceso en la parte inferior del zócalo.
Limpia los restos de pegamento. Con la ayuda de una esponja sumergida en agua limpia y escurrida (no debe estar empapada, tan solo húmeda), limpia la superficie del empapelado de arriba a abajo.
Tan solo queda mirar que todo ha quedado perfecto y comenzar a añadir los detalles, interructores y lámparas que queramos en esa pared. Para dejar la zona ya decorada recolocaremos los muebles que hayamos quitado de la estancia, tal vez quieras aprovechar y redecorar la zona, vestir la mesa del salón con un bonito mantel antimanchas, colocar una mesa auxiliar con una lámpara que de luz a un rincon de lectura y colocar los cuadros en su lugar.
Ahora a disfrutar y a presumir de trabajo bien hecho.
Imágenes: decoratrix.com – facilisimo.com – hogartotal.imujer.com